Mallorca: la isla de la calma

La isla de Mallorca es uno de los tesoros insulares más bonitos de España y del Mediterráneo. Una isla que cuenta con un sinfín de tesoros tanto en verano como en invierno, cuando queda más tranquila y es posible acceder a todos los rincones de una forma más relajada, más propia de la isla de la calma, como la conocen muchos. Aquí, en la isla de Mallorca, encontrarás paisajes de infarto, calas, playas, pueblecitos encantadores y mucha historia. Podrás recorrerla andando o en un lujoso yate; y es que Mallorca puede adaptarse a cualquier tipo de turista.

Palma: una capital con historia

Aunque Mallorca cuenta con muchos lugares interesantes, no podemos negar que la visita a Palma, la capital de la isla, es imprescindible.

Podemos recorrer su casco antiguo, con un sinfín de visitas de gran valor histórico. Podemos visitar su catedral, la conocida como Catedral de Santa Maria, una de las pocas que se ubican mirando directamente al mar. Conocida como el ojo gótico, cuenta con el rosetón más grande del mundo, con 13 diámetro y más de 1.000 cristales.

Podremos también visitar su barrio judío repleto de patios interiores y casas señoriales. También su lonja o el Palacio Real de la Almudaina. Asimismo, también podemos visitar uno de los cuatros castillos circulares de Europa, el único en España, el conocido como Castillo de Bellver.

Visitar Valldemossa

Entre los pueblos destacados de Mallorca, que lo cierto es que son muchos, podemos hablar de Valldemossa; y es que es conocido por ser uno de los pueblos más bonitos de toda España.

Ubicado a unos 20 km de la capital, encontrarás un gran número de casas empedradas con contraventanas de colores. También la Cartuja de Valldemossa, siendo esta su principal joya arquitectónica.

Visitar Deià

Otro de los pueblos imprescindibles es Deià. Su encanto es tal, que muchos artistas han escogido este pequeño pueblecito de la sierra de Tramontana para construir su refugio. Quizá sea por sus calles empedradas o por la exuberante belleza natural que las rodea. Un lugar que inspira y relaja a partes iguales.

Portocolom

También encontraremos pueblos de origen marinero como Portocolom. Un núcleo urbano levantado en una bahía llena de casitas de pescadores y barcos de colores. Una preciosa estampa que nos hace retroceder en el tiempo y que, además, cuenta con un histórico faro del siglo XIX.

La belleza de Fornalutx

También ha figurado en muchas listas de los pueblos más hermosos de España; y es que Fornalutx es un lugar privilegiado rodeado de montañas rocosas y con unas vistas impresionante sobre la sierra de Tramuntana. Más calles empedradas, más casas centenarias e iglesias de otra época. Un lugar perfecto para relajarse y tomar algo en sus acogedoras cafeterías.

Visitar Artá

Artá es otra opción que, además, destaca por ser muy completa; y es que en este pueblo ubicado en la comarca de Llevant encontramos playas de ensueño como puedan ser Na Clara o Cala Torta, pero también rutas de senderismo por el Parque Natural de Península de Llevant y un gran patrimonio como Sant Salvador y el poblado talayótico de Ses Païses.

Cuevas del Drach

Cerca de Portocristo encontramos también otro lugar recomendable 100%. Se trata de las famosas Cuevas del Drach. Es uno de los tesoros geológicos más importantes de Mallorca y atrae a miles de visitantes todos los años.

En el recorrido vamos a encontrar cuatro cuevas subterráneas que están conectadas entre sí. Estas cuevas se han ido formando por la acción del agua fluvial durante millones de años. Además de las cuevas podremos admirar las formaciones como estalactitas y estalagmitas que se han ido creando a lo largo del tiempo y disfrutar de un paseo en barco por el lago subterráneo más grande de Europa, el Lago Martel.

La Sierra de Tramuntana

Una de las partes más bonitas de la isla está en su espina dorsal, la Sierra de Tramuntana. Este lugar enamora por su belleza abrupta y montañosa, por el verde y por la gran tranquilidad que se respira en cada uno de sus rincones. Un punto de desconexión estupendo para poder conocer la Mallorca tradicional, la más auténtica.

Con una altura de casi 1.500 metros, nos encontramos con acantilados, con zonas boscosas y con caídas en picado al Mar Mediterráneo. Un lugar tan impresionante que está protegido por ser Patrimonio Mundial de la Unesco.

Además de un sinfín de rutas de senderismo, podemos visitar algunos de los pueblos más bonitos de la isla, como puedan ser Sóller, Pollença, Bañalbujar o los ya mencoinados Deià y Fornaltux. Asimismo, también encontraremos las playas más salvajes de la isla. En este punto, hay que señalar que además de rutas a pie, también podemos descubrir todas estas playas y calas con barco; y es que la isla ofrece la posibilidad de alquilar desde yates hasta un barco sin licencia para poder recorrerla a nuestro ritmo. Una experiencia única que sin duda nos dará la posibilidad de adentrarnos por paisajes que están menos masificados y a los que sólo se pueden acceder por mar.