5 lugares imprescindibles para visitar en el Camino de Santiago con amigos o en grupo

El misticismo, la belleza natural y paisajística, el misterio, la amistad, pueblos con encanto, excelente gastronomía… un sinfín de lugares por descubrir y experiencias únicas que vivir esperan a todos aquellos que se animan a recorrer alguna de las rutas que hacen posible el Camino de Santiago, con amigos o en grupo.

Para llevar a cabo este recorrido existen diferentes rutas posibles; el camino francés, el camino del norte, el primitivo, la vía de la plata, el portugués, el inglés, el sanabrés o el catalán. Todos con rincones de belleza increíble, momentos imborrables acechando tras cada curva, encuentros con uno mismo que cambian la vida…

También es posible diferentes formas de llevar a cabo el camino de santiago, se tome la ruta que se tome. No son pocos los que optan por realizar este viaje en bicicleta, pero cada vez son más los que optan por formar parte de un grupo organizado. Y es que, con esta fórmula, la experiencia se comparte y se hace más intensa, divertida, segura y amena. Conocer gente en un viaje tan particular asegura amistades para toda la vida y una experiencia del viaje completamente diferente.

Qué es lo que no hay que perderse en el Camino de Santiago

En cualquier caso, sea cual sea la ruta o la forma de llevar a cabo este viaje, existen monumentos, pueblos con encanto, espacios naturales… que no hay que perderse. Hablar de todos los rincones y espacios abiertos que merece la pena visitar daría para escribir una enciclopedia.

Por este motivo, había que elegir entre unos lugares de interés cultural, gastronómico, por las tradiciones, por los pueblos y villas, edificaciones, ecológicos… Finalmente, el artículo se referirá a este último, a los espacios naturales, entornos que cada vez cobran más interés, debido a la concienciación popular que se ha despertado en cuanto a la defensa y protección de este tipo de patrimonio.

Estos son los 5 lugares imprescindibles que ver en el Camino de Santiago según su valor medioambiental.

1.-La Sierra de los Ancares, en el Camino Francés

Este entorno montañoso que cubre la zona que separa Castilla León de Galicia y de Asturias tiene la denominación de Reserva de la Biosfera en 2006, debido a su alto valor natural y paisajístico. Se encuentra dividida entre los Ancares leoneses y los Ancares lucenses. Se trata de una sucesión de valles y montañas en los que la caliza, la pizarra, la arenisca, la filita y la cuarcita comparten espacio con brezales, castaños y robles centenarios. Si se camina en silencio y prestando atención al movimiento, se podrán ver urogallos, jabalíes, corzos, tejones, nutrias, jinetas y, con suerte, hasta osos pardos.

2.-El Parque Natural de Cornalvo, en la vía de la Plata

En Extremadura, en la décima etapa de la vía de la Plata, el caminante debe atravesar un parque natural llamado Cornalvo por los romanos. Lo denominaron de esta forma por poseer forma de cuerno el cauce del rio Aberragas y sus aguas de color blanquecino (alvo). Los ríos que alimentan el dique y este a su vez a la antigua Emérita Augusta (actual Mérida) están llenos de vida. La zona es famosa por la cantidad de aves que se pueden ver y por ser uno de los lugares de visita del gato montés, especie en vías de extinción. Es una zona con suaves relieves, interrumpidos por las formaciones montañosas de Sierra Bermeja y Sierra del Moro. Abundan las jaras, los brezos y las retamas.

3.-Las Médulas, en el camino de invierno

Las Médulas se abren al peregrino como un paisaje de otro mundo. Se localizan en la primera etapa si se realiza la ruta del invierno, que tiene su puerta de salida en Ponferrada. Este extraño panorama ubicado en el Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos, es producto del trabajo minero de los romanos y, en la actualidad, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El aspecto, a pesar de presentarse sinuoso, rojizo, hermoso y misterioso, guarda en sus entrañas abruptos acantilados que no hacen más que aumentar su belleza.

4.-El Parque Natural Fragas do Eume, en el camino inglés

Este Parque Natural es uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa y también con menos población, solo habitan 500 personas en nada menos que 9.000 hectáreas. El entorno natural de exuberantes bosques se mantiene en un estado semi virgen que acompañan al río Eume. El recorrido permite extasiarse en el interior de una selva de chopos, fresnos, robles, alisos y, gracias a la humedad que mantiene, más de 200 tipos de líquenes y más de 20 especies de helechos. En algunos lugares es tan tupido que apenas puede entrar la luz. En este entorno natural no faltan los riachuelos, las fuentes y las cascadas. Es también el escenario perfecto para escuchar las historias, relatos y leyendas que tanto abundan en las tierras gallegas.

5.-El Lago de Sanabria, en el camino Sanabrés

El camino Sanabrés es uno de los trayectos menos conocidos del Camino de Santiago, por lo que habrá poco tránsito y el silencio será un fiel compañero, al menos hasta llegar al Parque Natural del Lago de Sanabria, que tiene cierta afluencia turística. No es para menos, se traga de una masa de agua de nada menos que 1,5 kilómetros de ancho por 3 de largo de origen glaciar. Constituye, en sí mismo, el sistema lacustre de origen natural de mayor tamaño en toda España.